Extracto de la Editorial número 81 (abril-2006) la revista DSALUD (www.dsalud.com) por José Antonio Campoy.
A pesar de que han  transcurrido nueve años desde que el famoso virus de la gripe aviar fuera  detectado en Vietnam y no llegan aún a cien las víctimas mortales.
Una media  pues de once fallecimientos al año...
¡en todo el mundo! Un detalle  insignificante que no impidió a George Bush emprender su segunda "guerra  preventiva" en poco tiempo, esta vez para luchar contra otra arma de destrucción  masiva tan vaporosa como las "encontradas" en Irak: el virus H5N1.
A fin  de cuentas había hallado también una poderosa "arma preventiva", un antiviral  llamado Tamiflu que comercializaba la empresa suiza Roche y que en apenas unos  días se convirtió en la gallina de los huevos de oro.
De hecho, los  ingresos por su venta pasaron de 254 millones en el 2004 a más de 1.000 millones  en el 2005.
Y su techo es imprevisible dada la grotesca reacción de los  gobiernos occidentales con peticiones masivas del producto.
La realidad,  sin embargo, es que la eficacia del Tamiflu es cuestionada por gran parte de la  comunidad científica.
Muchos se preguntan cómo se espera que pueda servir  ante un virus mutante cuando apenas alivia algunos síntomas -y no siempre- de la  gripe corriente.
Obviamente la respuesta al protagonismo del Tamiflu en  nuestras vidas no es científica sino puramente comercial.
El Tamiflu era  hasta 1996 propiedad de Gilead Sciences Inc.
empresa que ese año vendió  la patente a los laboratorios Roche.
¿Y saben quién era entonces su  presidente? Pues el actual Secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald  Rumsfeld, que aún hoy sigue siendo uno de sus principales accionistas.
¿Y  recuerdan que pasó el año pasado? Pues que en cuanto empezó a hablarse de la  gripe aviar Gilead Sciences Inc quiso recuperar el Tamiflu alegando que Roche no  hacía esfuerzos suficientes por fabricarlo y comercializarlo.
Y que tenía  "fuerza" para lograrlo lo demuestra que ambas empresas se sentaron a "negociar"  y acordaron en un tiempo récord constituir dos comités conjuntos, uno que se  encargase de coordinar la fabricación mundial del fármaco y decidir sobre la  autorización a terceros para fabricarlo y otro para coordinar la  comercialización de las ventas estacionales en los mercados más importantes,  incluido Estados Unidos.
Además Roche pagó a Gilead Sciences Inc unas  regalías retroactivas por valor de 62,5 millones de dólares.
Y por si  fuera poco la empresa norteamericana se quedó con otros 18,2 millones de dólares  extra por unas ventas superiores a las contabilizadas entre 2001 y  2003.
A lo que hay que añadir un dato: Roche se ha quedado con el 90% de  la producción mundial de anís estrellado, árbol que crece fundamentalmente en  China -aunque también se encuentra en Laos y Malasia- y que es la base del  Tamiflu.
El escenario, qué duda cabe, estaba completo.
Sólo había  que empezar a encontrar poco a poco aves contagiadas con el virus en distintos  países -un ave aquí, otro par más allá- para crear alarma mundial con la ayuda  de científicos y políticos poco escrupulosos o de escasa capacidad intelectual y  de los grandes medios de comunicación -que como todo el mundo sabe no se  caracterizan precisamente por investigar lo que publican o emiten-.
¿Y  qué tiene que ver Donald Rumsfeld en todo esto? Pues absolutamente  nada.
Según un comunicado emitido el pasado mes de octubre por el  Pentágono el actual Secretario de Estado norteamericano no intervino en las  decisiones que tomó el Gobierno de sus amigos Bush -el presidente- y Cheney -el  vicepresidente- sobre las medidas preventivas que había que adoptar ante la  amenaza de pandemia.
El comunicado afirma que se abstuvo, que no tuvo  nada que ver en la decisión de la Administración estadounidense de apoyar y  aconsejar el uso del Tamiflu a nivel mundial.
Y nosotros le  creemos.
Como cuando aseguró solemnemente que en Irak había armas de  destrucción masiva.
Además el hecho de que su nombre aparezca unido a una  vacunación masiva contra una supuesta gripe del cerdo durante la Administración  de Gerald Ford en la década de los 70 -que dio como resultado más de 50 muertos  a causa de los efectos secundarios- no es más que una coincidencia.
Como  lo es que la FDA aprobara el aspartame a los tres meses de que Rumsfeld se  incorporase al Gabinete de Ronald Reagan a pesar de que tras diez años de  estudios no se había tomado ninguna decisión.
Sólo alguien muy mal  pensado puede plantearse que tuviera algo que ver el hecho de que poco antes de  incorporarse al Gobierno norteamericano Rumsfeld fuera el presidente del  laboratorio fabricante del aspartamo.
Y, por supuesto, tampoco tuvo nada  que ver con la compra tras el 11-S del Vistide, fármaco adquirido masivamente  por el Pentágono para evitar los efectos secundarios que podía producir la  vacuna de la viruela ent re los soldados norteamericanos a los que se les aplicó  masivamente antes de enviarlos a Irak.
Que el Vistide fuera también un  producto de los laboratorios Gilead Sciences Inc, creador del Tamiflu, es otra  coincidencia.
Así que siga usted de cerca todas las informaciones que aún  van a darse sobre la gripe aviar y llene su botiquín casero de Tamiflu.
Y  si hay que comprar algo más, se compra.
Faltaba más.
*Director de  Discovery DSalud La "pandemia"...
¿Será la gripe aviar? ¿Sabes que el  virus de la gripe aviar fue descubierto hace 9 años en Vietnam? ¿Sabes que desde  entonces han muerto apenas 100 personas, en todo el mundo todos estos años?  ¿Sabes que los norteamericanos fueron los que alertaron de la eficacia del  Tamiflu (antiviral humano) como preventivo? ¿Sabes que el Tamiflu apenas alivia  algunos síntomas de la gripe común? ¿Sabes que su eficacia ante la gripe común  está cuestionada por gran parte de la comunidad científica? ¿Sabes que ante un  supuesto virus mutante como el H5N1, el Tamiflu apenas aliviara la enfermedad?  ¿Sabes que la gripe aviar hasta la fecha sólo afecta a las aves? ¿Sabes quien  comercializa el Tamiflu? Laboratorios Roche.
¿Sabes a quién compró Roche  la patente del Tamiflu en 1996? a Gilead Sciences Inc.
¿Sabes quien era  el Presidente de Gilead Sciences Inc y aun hoy principal accionista?: Donald  Rumsfeld, ex-Secretario de Defensa de USA.
¿Sabes que la base del Tamiflu  es el anís estrellado? ¿Sabes quien se ha quedado con el 90% de la producción  mundial de este árbol?: Roche.
¿Sabes que las ventas del Tamiflu pasaron  de 254 millones en el 2004 a más de 1000 millones en el 2005? ¿Sabes cuántos  millones más puede ganar Roche en los próximos meses si sigue este negocio del  miedo? O sea que el resumen del cuento es el siguiente: los amigos de Bush  deciden que un fármaco como el Tamiflu es la solución para una pandemia que aún  no se ha producido y que ha causado en todo el mundo 100 muertos en 9  años.
Este fármaco no cura ni la gripe común.
El virus no afecta  al hombre en condiciones normales.
Rumsfeld vende la patente del Tamiflu  a Roche y este le paga una fortuna.
Roche adquiere el 90% de la  producción del anís estrellado, base del antivírico.
Los Gobiernos de  todo el Mundo amenazan con una pandemia y compran a Roche cantidades  industriales del producto.
Nosotros acabamos pagando el medicamento y  Rumsfeld, Cheney y Bush hacen el negocio....

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