sábado, 6 de marzo de 2010

La Verdad sobre la Vida...

"Si quieres conocer la verdad de la vida y de la muerte, debes reflexionar continuamente sobre esto: sólo existe una ley en el universo que no está sometida al cambio: la de que todas las cosas cambian y ninguna es permanente." 
Sogyal Rimpoché
El libro tibetano de la vida y de la muerte

viernes, 5 de marzo de 2010

Ver a Través...

Un instante es eternidad;
la eternidad es en el ahora.
Cuando ves a través de este único instante
ves a través del que ve.
Wu-Men

El Final de la Búsqueda

El mensaje es tan sencillo, tan evidente y tan presente que nuestra mente jamás podrá alcanzarlo. Ese mensaje afirma simplemente que
no hay nada que "alcanzar"...
¡y que la misma idea de que hay algo que alcanzar es la que moviliza todos nuestros esfuerzos! Observa cómo la mente trata de entender este punto, observa cómo da vueltas en círculo, comparando y contrastando este mensaje con miles de millones de otros mensajes, y entonces te darás cuenta de los mil millones de formas en que alienta la búsqueda.

Pero la buena noticia es que esa búsqueda es una mera creencia, un simple pensamiento... y que, al no tener más realidad que una apariencia, no es precisa ponerle fin. Cualquier intento, dicho de otro modo, de acabar con la búsqueda no hace sino perpetuarla...

Sencillo y evidente: el despertar es precisamente esto, aquí y ahora; la vida tal y como realmente es.

Por más paradójico que pueda parecerle a la persona atrapada en el autoperfeccionamiento, no hay, ni nunca hubo, nada que alcanzar. La búsqueda ya ha concluido.

Jeff Foster (Más allá del despertar)
http://wuweiscorner.blogspot.com

miércoles, 3 de marzo de 2010

La FE, un Regalo de DIOS…

Aceptar los designios de Dios aunque no los entendamos, aunque no nos gusten. Si tuviéramos la capacidad de ver el fin desde el principio tal como Él lo ve, entonces podríamos saber por qué a veces conduce nuestra vida por sendas extrañas y contrarias a nuestra razón y a nuestros deseos. Tener fe es dar cuando no tenemos, cuando nosotros mismos necesitamos.
La fe siempre saca algo valioso de lo aparentemente inexistente; puede hacer que brille el tesoro de la generosidad en medio de la pobreza y el desamparo, llenando de gratitud al que recibe y al que da. 
Tener fe es creer cuando resulta más fácil recurrir a la duda. Si la llama de la confianza en algo mejor se extingue en nosotros, entonces ya no queda más remedio que entregarse al desánimo. La creencia en nuestras bondades, posibilidades y talentos, tanto como en los de nuestros semejantes, es la energía que mueve la vida hacía grandes derroteros.
Tener fe es guiar nuestra vida no con la vista, sino con el corazón. La razón necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo de esperanza. Las cosas más bellas y grandes que la vida nos regala no sé pueden ver, ni siquiera palpar, sólo sé pueden acariciar con el espíritu.
Tener fe es levantarse cuando se ha caído. Los reveses y fracasos en cualquier área de la vida nos entristecen, pero es más triste quedarse lamentándose en el frío suelo de la autocompasión, atrapado por la frustración y la amargura. Tener fe es arriesgar todo a cambio de un sueño, de un amor, de un ideal. Nada de lo que merece la pena en esta vida puede lograrse sin esa dosis de sacrificio que implica desprenderse de algo o de alguien, a fin de adquirir eso que mejore nuestro propio mundo y el de los demás.
Tener fe es ver positivamente hacía adelante, no importa cuán incierto parezca el futuro o cuan doloroso el pasado. Quien tiene fe hace del hoy un fundamento del mañana y trata de vivirlo de tal manera que cuando sea parte de su pasado, pueda verlo como un grato recuerdo.
Tener fe es confiar, pero confiar no sólo en las cosas, sino en lo que es más importante… En las personas. Muchos confían en lo material, pero viven relaciones huecas con sus semejantes.
Cierto que siempre habrá gente que te lastime y traicione tu confianza, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y sólo ser más cuidadoso con aquél en quien confías dos veces. 
Tener fe es buscar lo imposible: sonreír cuando tus días se encuentran nublados y tus ojos se han secado de tanto llorar.
Tener fe es no dejar nunca de desnudar tus labios con una sonrisa, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes cuándo tu sonrisa puede dar luz y esperanza a la vida de alguien que se encuentre en peor situación que la tuya.
Tener fe es conducirse por los caminos de la vida de la forma en que un niño toma la mano de su padre. Es que dejemos nuestros problemas en manos de DIOS y nos arrojemos a sus brazos antes que al abismo de la desesperación. Fe es que descansemos en Él para que nos cargue, en vez de cargar nosotros nuestra propia colección de problemas. 
Que en tu vida haya suficiente fe para afrontar las situaciones difíciles, junto con la necesaria humildad para aceptar lo que no sé pueda cambiar.

martes, 2 de marzo de 2010

Ayudar...

 

"Cuando el Corazón esta lleno
de las cosas de la Mente
queremos Ayudar...

Cuando el Corazón esta lleno
de las cosas del Corazón
somos la Ayuda..
  

Krisnamurti

                                                              Lía



                                                                                                                                             

lunes, 1 de marzo de 2010

La Vía de la Meditación

Nosotros somos la Realidad Absoluta siempre…˜
de manera que no hay ninguna Vía que nos lleve a ser lo que nosotros ya somos…˜
y jamás cesaremos de ser…˜
Donde la propuesta de una Vía tiene lugar es en el hecho de que nosotros
no siempre somos completamente conscientes de ser la Realidad Última…˜
Así pues…˜ la verdadera Vía es siempre…˜ no hacia lo que nosotros ya somos…˜
sino hacia la comprensión y consciencia absoluta de que lo somos…˜
La Vía verdadera no es por tanto un viaje de nosotros mismos a nosotros mismos…˜
sino una disolución del olvido de quién somos…˜
Ser lo que nosotros somos no lleva tiempo ni trabajo…˜
Pero disolver el olvido de quién somos…˜
 y tomar consciencia absoluta de quién somos sí lleva tiempo y trabajo…˜
Y a este disolver el olvido de quién somos
 y tomar consciencia absoluta de quién somos…˜
es a lo que se llama Vía…˜
La Vía es esencialmente la puesta en marcha del motor del recuerdo
ante la proposición de nuestra propia verdad absoluta…˜
Esta puesta en marcha del motor del recuerdo ante la proposición
de nuestra propia verdad última necesita de medios de operación…˜
Al conjunto de estos medios de operación
se le llama meditación (sadhana)…˜
Ativarnashrami



http://www.ativarnashram.com
Lía
www.narendrayoga.netai.net

Vivir meditativamente

Desde el momento en que se establece en nuestras vidas la comprensión de cuál es nuestra naturaleza real, el siguiente paso ya será el ver de que manera se actualiza esa convicción en nuestro vivir diario. Y puesto que estamos hablando de trascender el mundo de la forma e ir más allá de lo personal, va a ser esa persona que se resiste a desaparecer la que se defenderá poniendo mil obstáculos, impidiendo de esa manera que el Sí Mísmo brille puro a través nuestro.

Sentarnos con el cuerpo quieto y relajado no es el tipo de meditación a la que me quería referir en este artículo, pues de lo que se pretende ahora es hablar de una vida meditativa, de esa que funciona cuando se han abandonado todas las resistencias y que por lo tanto, se desarrolla tanto en presencia como en ausencia de objetos y en contacto directo con los hechos.

Esos momentos de silenciar la mente han de servir para que se vaya produciendo una trasformación en todos los órdenes de la vida y que cuando volvamos a la rutina habitual no reaparezcan los mismos hábitos, los mismos condicionamientos y los mismos conflictos.








Una mente tranquila nos permite alcanzar ciertos estados de paz, de plenitud, de alegría, que son el reflejo de nuestra verdadera naturaleza, pero si ese paraiso del que nos gusta hablar o al que una y otra vez predendemos acceder, queremos vivirlo y darle continuidad a través de la idea de un experimentador, de una identidad individual que se apropie de la la vivencia, supone que seguimos en las garras del ego, identificados con el experimentador y con la experiencia, por muy alta que ella sea, y por lo tanto incapacitados para afrontar la vida con plenitud .
El terreno en que la mente meditativa puede comenzar es en el de la vida diaria, de la lucha, del dolor, y de la alegría fluctuante. Debe comenzar ahí, traer orden y desde ahí moverse en la eternidad. (Krisnhamurti)

Cuando honestamente analizamos el día a día, comprobaremos la cantidad de energía que se nos escapa entre confusiones y conflictos.

Mientras no afrontamos y desenraizamos el origen de esos conflictos, permanecemos a expensas del mundo emocional como hojas al viento, enredados entre lo que aceptamos o lo que rechazamos. Mientras apoyamos nuestra realidad en los sentidos, continuamos dividiendo la vida entre lo que nos gusta y lo que no y por lo tanto sujetos a los dictados de deseos y temores y construyendo futuros imaginarios, tanto materiales como espirituales, en donde poder evadirnos.

Conocer nuestras raíces supone conocer cuales son esos pensamientos o emociones que no soltamos, que anidan dando forma a la persona y que por lo tanto, son la causa de que no despeguemos y de que permanezcamos anclados en la parte más superficial de la conciencia, en un mundo que sólo se mueve entre la tensión y la distensión, en constante equilibrio de los opuestos..

Conciencia Testigo

Sabemos, porque es fácil percatarse, de que hay una dimensión de la conciencia que simplemente se da cuenta de los movimientos de la mente y que cuando ponemos en marcha ese estado de observación atenta, ese mirar sin juicios ni comparaciones, esa mirada impersonal nos descubre la naturaleza voluble y transitoria de una consciencia mas superficial que se mueve, como la olas del mar, condicionada por la forma, por la cultura, por eso de ser hombre o mujer, por los impulsos y las emociones y por todas esas reacciones en las que nos envuelve el miedo.

Desde esa presencia lúcida que simplemente constata, desde ese estado de inocencia que induce a la rendición y relajación del ego, es cuando comienza a aflorar esa capa más profunda de nuestra naturaleza que es la dimensión real de nuestro SER, que trae consigo todo el poder de una vida que se desarrolla siempre en presente, siempre en AHORA
La persona no se libera, uno se libera de la persona

A la persona, tal como la conocemos, todo esto no le gusta nada porque supone su aniquilación, por eso la necesidad de toda esta sadhana y este trabajo previo de alquimia para trasmutar el fuego emocional y devolverlo a la vida trasformado en energía disponible hacia su crecimiento. La persona es el resultado del movimiento del apego, del movimiento del miedo, de esa necesidad de experimentar que alimenta la imaginación, por eso cuando no le queda nada que experimentar ¿a donde va a ir? La vida, tal como la concebía, ha perdido su color y su sabor.

El Coraje de Ser Uno Mísmo

Llegado este momento es esencial el coraje y la velentía de no tener miedo a dar ese primer paso hacia un vacío en dónde el observador queda en suspenso. Nada queda por querer y nada que desear.

Se abre entonces la posibilidad a una vida meditativa en donde la actividad ya no viene dictada por el capricho de la mente, si no que es la expresión creadora de una inteligencia mucho más amplia que en todo momento cuida de que el universo funcione como totalidad y desde la cual, la vida se desarrolla en una constante aventura hacia lo desconocido.
Nos dice Nisargadatta: No necesita llegar a ella, pues usted lo es. Ella vendrá si usted le da una oportunidad. Abandone su apego a lo irreal y lo real caerá por su propia cuenta rápida y suavemente. Deje de imaginarse que usted es o que usted hace esto o aquello y la comprensión de que usted es la fuente y el corazón de todo amanecerá en usted. Con ello vendrá un gran amor que no es elección o predilección, ni apego, sino un poder que hace todas las cosas dignas de amor y amables.

http://beatrizmorofernandez.blogspot.com