martes, 7 de julio de 2009

Alas Cambios Masivos, Decisiones Y Michael Jackson



30 de Junio de 2009
por Karen Bishop
Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
¡Bienvenidos!

Durante la semana pasada, mi papá empezó a experimentar de repente una aguda disminución en su recuento de leucocitos y plaquetas. Disparándose de repente sin control, adquiriendo nuevos síntomas a diestra y siniestra y en rápido declive, finalmente fue ingresado en el hospital. Con insinuaciones de los médicos de una leucemia aguda, anemia aplásica, e incluso muerte inminente, hemos estado esperando los resultados de la biopsia de su médula ósea, que toman un buen tiempo.
Mi papá y yo siempre hemos sido muy cercanos, con una relación inusualmente buena y especial. Este ha sido un tiempo muy difícil, ya que un minuto pensamos esto, y el siguiente quizás aquello, con diferentes médicos dando diferentes diagnósticos y tratamientos. A veces sintiéndonos esperanzados y relajados, y tal vez sabiendo lo que estamos enfrentando, y luego encontramos un escenario completamente nuevo desplegándose al minuto siguiente, ha sido un verdadero paseo en yo-yo con lo desconocido. Y estando tan cerca de esto y estresada, yo también estoy como un yo-yo en lo que se refiere a recibir información clara de una visión superior, a la vez que estoy aquí en forma humana y experimentando las emociones humanas que lo acompañan, junto con la confusión.
Este mismo escenario es válido para las energías en este momento, incluso después del solsticio. Muchos están todavía muy confundidos, sintiendo la pausa elocuente, sin la parte embarazada, como lo describe tan elocuentemente uno de mis lectores (NT: Juego de palabras: pregnant pause = pausa elocuente o significativa; pregnant = embarazada). Muchos todavía no están sintiendo ningún movimiento en absoluto ni tienen sentido de dirección. Al igual que la situación con mi papá... una pequeña pieza por aquí y luego otra pieza por allá, pero aún ninguna resolución ni arraigamiento real de nada definitivo. Y además, con una total desconexión de la vieja realidad, las finanzas están muy apretadas para muchos, y las posibilidades de que algo nuevo se despliegue quizás parecen ser nulas, en el mejor de los casos. El único espacio real de consuelo para el escenario con mi papá, y con muchos en estas energías desconocidas es simplemente aceptación, entrega, confianza en un poder superior, y fe en que todo está realmente en divino y perfecto orden.
Pero aunque parezca que una zona muerta, espacio vacío o confusión sin ningún sentido de dirección, es lo único que existe actualmente, en realidad está ocurriendo más con nuestra situación energética actual que lo que parece a simple vista.
El solsticio, como normalmente lo hace, sacudió las cosas para muchos. Mucho de lo que aún no había dejado su viejo y familiar surco, de repente fue arrancado y lanzado al aire, creando pérdidas repentinas, catástrofes, y cambios de dirección instantáneos. Las energías (dentro de las personas) que aún no habían tomado sus decisiones, ahora muy de repente fueron forzadas a ver las cosas, abordar las cosas, y hacer algún tipo de cambio o decisión. El solsticio del 21 de Junio fue un catalizador para muchos, y lo logró creando nuevo crecimiento y movimiento en diferentes niveles.
Y sin embargo, para algunos, otra experiencia estuvo en verdad presente. Para mí, yo nunca he experimentado en esta vida las energías y el espacio que estoy ocupando ahora. Después de que muchas de mis nuevas piezas de conciencia y dirección comenzaron a llegar antes del solsticio, inmediatamente después del solsticio sentí una enorme descarga de un nuevo ‘yo’ encarnando en cada una de mis células y conciencia. Con los seres no-físicos siempre presentes ahora, los siento a mis codos a cada giro, a medida que cada paso hacia la creación de mi nuevo empieza y llega. Es un momento increíblemente mágico, con apoyos y conciencias que no puedo describir. Actualmente estoy comenzando las etapas de la creación de un nuevo espacio físico en una nueva realidad, con una inigualable sensación de plenitud, dirección, y enorme conexión (¡aunque recientemente he perdido 15 libras!).
Entonces, ¿qué está pasando aquí? ¿Por qué algunos tienen una experiencia y otros tienen otra experiencia?

El solsticio creó una energía de arraigo, de modo que todo pudiera luego seguir. Así pues, las cosas empezarían a manifestarse y moverse después de la llegada del solsticio. Y es una conexión muy profunda y arraigada a la que ahora tenemos acceso. Debido a que todo está en verdad conectado, en este sentido, una pieza afecta a la otra.... es decir que una energía debe llegar a un determinado lugar antes de poder extenderse y conectar con otra energía. En este sentido, entonces, algunas energías todavía están esperando que las energías delante de ellos completen su nueva conexión antes de poder ellos a su vez, extenderse hacia atrás y conectar de nuevo con la energía correspondiente detrás de ellas. Todas estas piezas finalmente crearán un todo, o nueva rejilla. Y además, muchos están todavía decidiendo.
La nueva realidad es muy nueva en verdad. Es un lienzo en blanco esperando a que nuestros pinceles de artista apliquen la pintura, guiando los colores de manera tan precisa para poder crear cualquier cosa que elijamos. Realmente está vacío ahora, de manera que podamos empezar muy nuevos... todo de nuevo desde cero. Por lo tanto, aunque podamos tener la pintura y el pincel, nos corresponde a nosotros decidir qué vamos a pintar. Podemos dirigir la pintura intencionalmente, o podemos poner un poco de pintura aquí y allá y luego ver lo que ha surgido. Entonces, saber lo que vamos a pintar antes de empezar puede ser de gran ayuda (lo ha sido para mí), pero al mismo tiempo, experimentar con la pintura también puede conducir a la aparición de algo nuevo.
Se siente vacío ahora, porque lo está. La manera en que finalmente conecté con mi nuevo espacio fue a través de la entrega. Tuve que real y verdaderamente quitarme de en medio y rendirme. Terminé abriéndome a cosas y espacios nuevos que nunca habría imaginado posibles, y que también estaban mucho más allá de lo que yo pensaba ser capaz. Pero una vez que me entregué a todo y le permití manifestarse, llegaron apoyos a cada momento (sobre todo después de que estuve segura y dispuesta a aceptar mi nueva dirección). De esta manera, muchos de nosotros nos dedicaremos ahora a los aspectos humanitarios de nuestros nuevos emprendimientos, pues el actuar sin considerar nuestras propias necesidades nos llevará en una mullida nube blanca, mientras que nuestras propias necesidades se cubren milagrosamente con facilidad cuando dejamos de prestarles atención.
¿Qué?
Entregarnos puede ayudar a identificar nuestra nueva dirección. Permitir que se despliegue a la vez que estamos dispuestos a aceptar las cosas más grandes que jamás hemos imaginado, y que no parecen ser idea nuestra, también puede ayudar. Esto se debe a que estamos pasando a la siguiente fase de nuestros zapatos álmicos, y esta próxima fase es impresionante, grandiosa, y nos permite llegar a ser mucho más de nuestro anteproyecto álmico e intención original. Esta siguiente fase es por lo que realmente vinimos aquí. Absolutamente ya es finalmente el momento. Es la parte divertida y jugosa. Así entonces, estar dispuestos a convertirnos en nuestro verdadero y auténtico yo, con nuestro verdadero y auténtico propósito, a la vez que dejamos ir la versión más pequeña y diluida de lo que pensábamos que éramos, nos puede colocar allí más fácilmente.
Si sienten que ya se han entregado y todavía están confundidos, puede que no hayan dejado ir del todo. Dejar ir realmente significa renunciar a todo lo que pensaban que querían. Significa renunciar energéticamente... por completo. No esperar que alguien compre su negocio fallido, ni aferrarse mientras esperan que algo cambie o los salve. Eso es aferrarse todavía. Significa estar dispuestos a desconectarse de todo, antes de empezar de nuevo. Sin desear, querer ni esperar que lleguen ciertas piezas para salvarlos o que les permitan marcharse ni nada parecido. Y aquí me refiero a dejar ir energéticamente... no sugiriendo que uno se marche físicamente, a menos que ésa sea una decisión cómoda.
A medida que dejamos algunos espacios, habrá recién llegados a nuestros viejos peldaños de la escalera vibratoria, que ahora están listos para ocupar estos espacios. Así entonces, una vez más, llegamos a algún lugar nuevo, lo cual deja una vacante, y entonces alguien nuevo la ocupa. El proceso de sacudida del solsticio está creando los cambios y nuevas decisiones que se harán, a fin de que estos recién llegados finalmente lleguen aquí. Y sepan también, que adonde muchos están yendo, todavía se encuentra en proceso de ser creado por los precursores. Estamos yendo a un lugar muy nuevo, y no se trata de nosotros... se trata de la contribución de nuestra alma a la humanidad y la nueva realidad. En otras palabras, una versión superior de nosotros.
Así entonces, algunas personas podrían estar todavía ocupando el no-espacio, debido a que o bien no se han entregado del todo, permitiendo así su liberación final hacia la próxima realidad dimensional, o (lo más probable)... podrían estar esperando que su nueva conexión llegue a ellos, puesto que actualmente hay precursores allanando el camino y abriendo las nuevas puertas para que todos lo sigan. Las nuevas conexiones forman una impresionante rejilla y efecto dominó... todo perfectamente colocado para conectar precisamente en el momento adecuado.
Además, cuando llegamos a nuevo territorio en nuevos niveles dimensionales, es muy común experimentar un breve período de oscuridad. En el momento del solsticio, todo lo oscuro y desagradable de lo que ya habíamos logrado partir, de repente pudo haber llegado una vez más, al parecer dándonos lata por una conexión. Pudo haber parecido como si estuviéramos yendo hacia atrás, pero esto es siempre parte del proceso. Este tiempo es muy breve y luego se termina, y puede llegar en momentos diferentes para cada uno.

Michael Jackson
Cuando se producen cambios sustanciales, puede crear la partida de almas que han estado cargando grandes cantidades de energía de nivel superior. Cuando murió Steve Irwin, él dejó atrás la energía de la vida salvaje y la conservación de la fauna y vida silvestre. Él había encarnado esta energía dentro de sí mismo a un grado enorme, de modo que al partir, permitió que esta energía se dispersara hacia muchos otros en el planeta, creando así un propósito y una energía superior más ampliamente difundidos para el planeta en su conjunto.
Dana Reeve creó el mismo efecto cuando partió. Ella encarnaba energía angelical, y por lo tanto, cuando partió, se nos dio entonces la oportunidad como un todo para encarnar ahora esta energía nosotros mismos.
En otras ocasiones, las almas que llevan una cantidad significativa de energía se marchan porque hemos evolucionado más allá de la energía que ellos encarnan, y el papel de estas almas ahora ha terminado. Anna-Nicole Smith fue una de esas almas.
Cuando parten almas que llevan grandes cantidades de energía, su repentina ausencia se puede sentir mucho, y lo que dejan atrás crea un efecto de onda a medida que se desplaza y se disipa para que todo el planeta lo adopte y ahora lo encarne de una manera distribuida más uniformemente.
Michael Jackson, quizá el intérprete más talentoso de todos los tiempos, encarnaba una enorme cantidad de energía de nivel superior. Estaba extremadamente conectado a un nivel superior y al “otro lado”. Él era definitivamente un puente; trayendo este nivel superior de energía hacia la forma y luego repartiéndolo a las masas. Al recordar tan bien cómo era el “otro lado”, él al igual que otros, encontró muy difícil existir dentro y comprender las extrañas y muchas veces más oscuras energías del planeta, mientras estaba aquí.
Así entonces, él encarnaba enormes cantidades de energía relacionadas con el otro lado y las traía aquí. De esta manera, partió repentinamente precisamente alrededor del momento en que experimentamos el solsticio del 21 de Junio, ya que había llegado el momento de dispersar la energía hacia el planeta. Él ahora nos ha dado esta energía para encarnarla nosotros mismos. Ya no necesitaba contenerla tanto él mismo, pues el cambio del solsticio creó esta nueva conexión para que el planeta ahora la experimente por su propia cuenta.
Pido disculpas por esta publicación de ALAS quizás dispersa y mal escrita en esta ocasión. Debido a la situación con mi papá, mi concentración no es la mejor en este momento. Pero como siempre, les agradezco mucho por su continua dedicación como mis lectores. Que cada uno de ustedes sea bendecido como yo he sido bendecida por ustedes....
Con mucho amor y gratitud,
Karen...

El Ego: El Estado Actual De La Humanidad


Las palabras, ya sean vocalizadas y convertidas en sonido o formuladas silenciosamente en los pensamientos, pueden ejercer un efecto prácticamente hipnótico sobre la persona. Es fácil perdernos en ellas, dejarnos arrastrar por la idea implícita de que el simple hecho de haberle atribuido una palabra a algo equivale a saber lo que ese algo es. La realidad es que no sabemos lo que ese algo es. Solamente hemos ocultado el misterio detrás de un rótu­lo. En últimas, todo escapa al conocimiento: un ave, un árbol, hasta una simple piedra, y sin duda alguna el ser humano. Esto se debe a la profundidad inconmensurable de todas las cosas. Todo aquello que podemos percibir, experimentar o pensar es apenas la capa superficial de la realidad, menos que la punta de un témpano de hielo.
Debajo de la superficie no solamente todo está conectado entre sí, sino que también está conectado con la Fuente de la vida de la cual provino. Hasta una piedra, aunque más fácilmente lo harían una flor o un pájaro, podría mostrarnos el camino de regreso a Dios, a la Fuente, a nuestro propio ser. Cuando observamos o sostenemos una flor o un pájaro y le permitimos ser sin imponerle un sustantivo o una etiqueta mental, se despierta dentro de nosotros una sensación de asombro, de admiración. Su esencia se comunica calladamente con nosotros y nos permite ver, como en un espejo, el reflejo de nuestra propia esencia. Esto es lo que sienten los grandes artistas y logran transmitir a través de sus obras. Van Gogh no dijo: “Esa es sólo una silla vieja”. La observó una y otra vez. Percibió la calidad del ser de la silla. Y entonces se sentó ante el lienzo y tomó el pincel. La silla se habría vendido por unos cuantos dólares. La pintura de esa misma silla se ven­dería hoy por más de $25.000 millones.
Cuando nos abstenemos de tapar el mundo con palabras y rótulos, recuperamos ese sentido de lo milagroso que la humani­dad perdió hace mucho tiempo, cuando en lugar de servirse del pensamiento, se sometió a él. La profundidad retorna a nuestra vida. Las cosas recuperan su frescura y novedad. Y el mayor de los milagros es la experiencia de nuestro ser esencial anterior a las palabras, los pensamientos, los rótulos mentales y las imágenes. Para que esto suceda debemos liberar a nuestro Ser, nuestra sen­sación de Existir, del abrazo sofocante de todas las cosas con las cuales se ha confundido e identificado. Es de ese proceso de liberación del que trata este libro.
Mientras más atentos estamos a atribuir rótulos verbales a las cosas, a las personas o a las situaciones, más superficial e inerte se hace la realidad y más muertos nos sentimos frente a la rea­lidad, a ese milagro de la vida que se despliega continuamente en nuestro interior y a nuestro alrededor. Ese puede ser un camino para adquirir astucia, pero a expensas de la sabiduría que se esfuma junto con la alegría, el amor, la creatividad y la vivacidad. Estos se ocultan en el espacio quieto entre la percepción y la interpretación. Claro está que las palabras y los pensamientos tienen su propia belleza y debemos utilizarlos, pero ¿es preciso que nos dejemos aprisionar en ellos?
Las palabras buscan reducir la realidad a algo que pueda estar al alcance de la mente humana, lo cual no es mucho. El lenguaje consta de cinco sonidos básicos producidos por las cuerdas vocales. Son las vocales “a, e, i, o, u”. Los otros sonidos son las consonan­tes producidas por la presión del aire: “s, f, g”, etcétera. ¿Es po­sible creer que alguna combinación de esos sonidos básicos podría explicar algún día lo que somos o el propósito último del univer­so, o la esencia profunda de un árbol o de una roca?
LA ILUSIÓN DEL SER
La palabra “yo” encierra a la vez el mayor error y la verdad más profunda, dependiendo de la forma como se utilice. En su uso convencional, no solamente es una de las palabras utilizadas más frecuentemente en el lenguaje (junto con otras afines como: “mío” y “mi”), sino también una de las más engañosas. Según la utilizamos en la cotidianidad, la palabra “yo” encierra el error pri­mordial, una percepción equivocada de lo que somos, un falso sentido de identidad. Ese es el ego. Ese sentido ilusorio del ser es lo que Albert Einstein, con su percepción profunda no solamente de la realidad del espacio y el tiempo sino de la naturaleza huma­na, denominó “ilusión óptica de la conciencia”. Esa ilusión del ser se convierte entonces en la base de todas las demás interpretacio­nes o, mejor aún, nociones erradas de la realidad, de todos los procesos de pensamiento, las interacciones y las relaciones. La realidad se convierte en un reflejo de la ilusión original.
La buena noticia es que cuando logramos reconocer la ilusión por lo que es, ésta se desvanece. La ilusión llega a su fin cuando la reconocemos. Cuando vemos lo que no somos, la realidad de lo que somos emerge espontáneamente. Esto es lo que sucederá a medida que usted lee lenta y cuidadosamente este capítulo y el siguiente, los cuales tratan sobre la mecánica del falso yo al cual llamamos ego. Así, ¿cuál es la naturaleza de este falso ser?
Cuando hablamos de “yo” generalmente no nos referimos a lo que somos. Por un acto monstruoso de reduccionismo, la pro­fundidad infinita de lo que somos se confunde con el sonido emitido por las cuerdas vocales o con el pensamiento del yo que tengamos en nuestra mente y lo que sea con lo cual éste se identifique. ¿Entonces a qué se refieren normalmente el yo, el mi y lo mío?
Cuando un bebé aprende que una secuencia de sonidos emi­tidos por las cuerdas vocales de sus padres corresponde a su nom­bre, el niño comienza a asociar la palabra, la cual se convierte en pensamiento en su mente, con lo que él es. En esa etapa, algunos niños se refieren a sí mismos en tercera persona. “Felipe tiene hambre”. Poco después aprenden la palabra mágica “yo” y la asocian directamente con su nombre, el cual ya corresponde en su mente a lo que son. Entonces se producen otros pensamientos que se fusionan con ese pensamiento original del “yo”. El paso si­guiente son las ideas de lo que es mío para designar aquellas cosas que son parte del yo de alguna manera. Así sucede la identifica­ción con los objetos, lo cual implica atribuir a las cosas (y en últimas a los pensamientos que representan esas cosas) un sentido de ser, derivando así una identidad a partir de ellas. Cuando se daña o me quitan “mi“ juguete, me embarga un sufrimiento intenso, no porque el juguete tenga algún valor intrínseco (el niño no tarda en perder interés en él y después será reemplazado por otros juguetes y objetos) sino por la idea de lo “mío“. El juguete se convirtió en parte del sentido del ser, del yo del niño.
Sucede lo mismo a medida que crece el niño, el pensamiento original del “yo” atrae a otros pensamientos: viene la identifica­ción con el género, las pertenencias, la percepción del cuerpo, la nacionalidad, la raza, la religión, la profesión. El Yo también se identifica con otras cosas como las funciones (madre, padre, espo­so, esposa, etcétera), el conocimiento adquirido, las opiniones, los gustos y disgustos, y también con las cosas que me pasaron a “mí” en el pasado, el recuerdo de las cuales son pensamientos que contribuyen a definir aún más mi sentido del ser como “yo y mi historia”. Estas son apenas algunas de las cosas de las cuales de­rivamos nuestra identidad. En últimas no son más que pensa­mientos sostenidos precariamente por el hecho de que todos com­parten la misma noción del ser. Esta interpretación mental es a la que normalmente nos referimos cuando decimos “yo”. Para ser más exactos, la mayoría de las veces no somos nosotros quienes hablamos cuando decimos y pensamos el “Yo”, sino algún aspec­to de la interpretación mental, del ser egotista. Una vez acaecido el despertar continuamos hablando de “yo”, pero con una noción emanada de un plano mucho más profundo de nuestro ser inte­rior.
La mayoría de las personas continúa identificándose con el torrente incesante de la mente, el pensamiento compulsivo, prin­cipalmente repetitivo y banal. No hay un yo aparte de los proce­sos de pensamiento y de las emociones que los acompañan. Eso es lo que significa vivir en la inconciencia espiritual. Cuando se les dice que tienen una voz en la cabeza que no calla nunca, pregun­tan, “¿cuál voz?” o la niegan airadamente, obviamente con esa voz, desde quien piensa, desde la mente no observada. A esa voz casi podría considerársela como la entidad que ha tomado pose­sión de las personas.
Algunas personas nunca olvidan la primera vez que dejaron de identificarse con sus pensamientos y experimentaron brevemente el cambio, cuando dejaron de ser el contenido de su mente para ser la conciencia de fondo. Para otras personas sucede de una manera tan sutil que casi no la notan, o apenas perciben una corriente de alegría o paz interior, sin comprender la razón.
LA VOZ DE LA MENTE
En mi caso, ese primer destello de conciencia se manifestó siendo estudiante de primer año en la Universidad de Londres. Solía tomar el metro dos veces a la semana para ir a la biblioteca de la universidad, generalmente a eso de las nueve de la mañana, terminando la hora de la congestión. Una vez me senté al frente de una mujer de unos treinta años. La había visto otras veces en el mismo tren. Era imposible no fijarse en ella. Aunque el tren estaba lleno, nadie ocupaba los dos asientos al lado de ella, sin duda porque parecía demente. Se veía extremadamente tensa y hablaba sola sin parar, en tono fuerte y airado. Iba tan absorta en sus pensamientos que, al parecer, no se daba cuenta de lo que sucedía a su alrededor. Llevaba la cabeza inclinada hacia abajo y ligeramente hacia la izquierda, como si conversara con alguien que estuviera en el asiento vacío de al lado. Aunque no recuerdo el contenido exacto de su monólogo, era algo así: “Y entonces ella me dijo… y yo le contesté que era una mentirosa y cómo te atreves a acusarme… cuando eres tú quien siempre se ha aprove­chado de mi… Confié en ti y tú traicionaste mi confianza…”. Tenía el tono airado de alguien a quien se ha ofendido y que necesita defender su posición para no ser aniquilado.
Cuando el tren se aproximaba a la estación de Tottenham Court Road, se puso de pie y se dirigió a la puerta sin dejar de pronunciar el torrente incesante de palabras que salían de su boca. Como era también mi parada, me bajé del tren detrás de ella. Ya en la calle comenzó a caminar hacia Bedford Square, todavía inmersa en su diálogo imaginario, acusando y afirmando rabiosamente su posición. Lleno de curiosidad, la seguí mientras conti­nuó en la misma dirección en la que yo debía ir. Aunque iba absorta en su diálogo imaginario, aparentemente sabía cuál era su destino. No tardamos en llegar a la estructura imponente de Senate House, un edificio de los años 30 en el cual se alojaban las oficinas administrativas y la biblioteca de la Universidad. Sentí un estre­mecimiento. ¿Era posible que nos dirigiéramos para el mismo sitio? Exactamente, era hacia allá que se dirigía. ¿Era profesora, estudiante, oficinista, bibliotecaria? Iba a unos veinte pasos de distancia de tal manera que cuando rebasé la puerta del edificio (el cual fue, irónicamente, la sede de la “Policía de la mente” en la versión cinematográfica de 1984, la novela de George Orwell), había desaparecido dentro de uno de los ascensores.
Me sentí desconcertado con lo que venía de presenciar. A mis 25 años sentía que era un estudiante maduro en proceso de convertirme en intelectual y estaba convencido de poder dilucidar todos los dilemas de la existencia humana a través del intelecto, es decir, a través del pensamiento. No me había dado cuenta de que pensar inconscientemente es el principal dilema de la existencia humana. Pensaba que los profesores eran sabios poseedores de todas las respuestas y que la Universidad era el templo del conocimiento. ¿Cómo podía una demente como ella formar parte de eso? Seguía pensando en ella cuando entré al cuarto de baño antes de dirigirme a la biblioteca. Mientras me lavaba las manos, pensé, “Espero no terminar como ella”. El hombre que estaba a mi lado me miró por un instante y me sobresalté al darme cuenta de que no había pensado las palabras sino que las había pronunciado en voz alta. “Por Dios, ya estoy como ella”, pensé. ¿Acaso no estaba tan activa mi mente como la de ella? Las diferencias entre los dos eran mínimas. La emoción predominante era la ira, mientras que en mi caso era principalmente la ansiedad. Ella pensaba en voz alta. Yo pensaba, principalmente, dentro de mi cabeza. Si ella estaba loca, entonces todos estábamos locos, incluido yo mismo. Las diferencias eran solamente cuestión de grado.
Por un momento pude distanciarme de mi mente y verla, como quien dice, desde una perspectiva más profunda. Hubo un paso breve del pensamiento a la conciencia. Continuaba en el cuarto de baño, ya solo, y me miraba en el espejo. En ese momen­to en que pude separarme de mi mente, solté la risa. Pudo haber sonado como la risa de un loco, pero era la risa de la cordura, la risa del Buda del vientre grande. “La vida no es tan seria como la mente pretende hacérmelo creer”, parecía ser el mensaje de la risa. Pero fue solamente un destello que se olvidaría rápidamente. Pasaría los siguientes tres años de mi vida en un estado de angus­tia y depresión, completamente identificado con mi mente. Tuve que llegar casi hasta el suicidio para que regresara la conciencia y, en esa ocasión, no fue apenas un destello. Me liberé del pensa­miento compulsivo y del yo falso ideado por la mente.
El incidente que acabo de narrar no solamente fue mi primer destello de conciencia, sino que también sembró en mi la duda acerca de la validez absoluta del intelecto humano. Unos meses más tarde sucedió una tragedia que acrecentó mis dudas. Un lunes llegamos temprano en la mañana para asistir a la conferencia de un profesor al que admiraba profundamente, sólo para enterarnos de que se había suicidado de un disparo durante el fin de semana. Quedé anonadado. Era un profesor muy respetado, quien parecía tener todas las respuestas. Sin embargo, yo todavía no conocía ninguna otra alternativa que no fuera cultivar el pensamiento. Todavía no me daba cuenta de que pensar es solamente un aspec­to minúsculo de la conciencia y tampoco sabía nada sobre el ego y menos aún sobre la posibilidad de detectarlo en mi interior.
CONTENIDO Y ESTRUCTURA DEL EGO
La mente egotista está completamente condicionada por el pasado. Su condicionamiento es doble y consta de contenido y estructura.
Para el niño que llora amargamente porque ya no tiene su juguete, éste representa el contenido. Es intercambiable con cualquier otro contenido, otro juguete u objeto. El contenido con el cual nos identificamos está condicionado por el entorno, la crianza y la cultura que nos rodea. El hecho de que sea un niño rico o
pobre, o que el juguete sea un trozo de madera en forma de animal o un aparato electrónico sofisticado no tiene importancia en lo que se refiere al sufrimiento provocado por su pérdida. La razón por la que se produce ese sufrimiento agudo está oculta en la palabra “mío” y es estructural. La compulsión inconsciente de promover nuestra identidad a través de la asociación con un objeto es parte integral de la estructura misma de la mente egotista.
Una de las estructuras mentales básicas a través de la cual entra en existencia el ego es la identificación. El vocablo “identificación” viene del latín “ídem” que significa “igual” y “facere” que significa “hacer”. Así, cuando nos identificamos con algo, lo “hacemos igual“. ¿Igual a qué? Igual al yo. Dotamos a ese algo de
un sentido de ser, de tal manera que se convierte en parte de nuestra “identidad”. En uno de los niveles más básicos de iden­tificación están las cosas: el juguete se convierte después en el automóvil, la casa, la ropa, etcétera. Tratamos de hallarnos en las cosas pero nunca lo logramos del todo y terminamos perdiéndo­nos en ellas. Ese es el destino del ego.
LA IDENTIFICACIÓN CON LAS COSAS
Quienes trabajan en la industria de la publicidad saben muy bien que para vender cosas que las personas realmente no necesitan deben convencerlas de que esas cosas aportarán algo a la forma como se ven a sí mismas o como las perciben los demás, en otras palabras, que agregarán a su sentido del ser. Lo hacen, por ejemplo, afirmando que podremos sobresalir entre la multitud utilizando el producto en cuestión y, por ende, que estaremos más completos. O crean la asociación mental entre el producto y un personaje famoso o una persona joven, atractiva o aparentemente feliz. Hasta las fotografías de las celebridades ancianas o fallecidas cuando estaban en la cima de sus carreras cumplen bien con ese propósito. El supuesto tácito es que al comprar el producto llegamos, gracias a un acto mágico de apropiación, a ser como ellos o, más bien, como su imagen superficial. Por tanto, en muchos casos no compramos un producto sino un “refuerzo para nuestra identidad”. Las etiquetas de los diseñadores son principalmente identidades colectivas a las cuales nos afiliamos. Son costosas y, por tanto, “exclusivas”. Si estuvieran al alcance de todo el mundo, perderían su valor psico­lógico y nos quedaríamos solamente con su valor material, el cual seguramente equivale a una fracción del precio pagado.
Las cosas con las cuales nos identificamos varían de una per­sona a otra de acuerdo con la edad, el género, los ingresos, la clase social, la moda, la cultura, etcétera. Aquello con lo cual nos iden­tificamos tiene relación con el contenido; por otra parte, la com­pulsión inconsciente por identificarse es estructural. Esta es una de las formas más elementales como opera la mente egotista.
Paradójicamente, lo que sostiene a la llamada sociedad de consumo es el hecho mismo de que el intento por reconocernos en las cosas no funciona: la satisfacción del ego dura poco y en­tonces continuamos con la búsqueda y seguimos comprando y consumiendo.
Claro está que en esta dimensión física en la cual habita nuestro ser superficial, las cosas son necesarias y son parte inevitable de la vida. Necesitamos vivienda, ropa, muebles, herramientas, transporte. Quizás haya también cosas que valoramos por su belleza o sus cualidades inherentes. Debemos honrar el mundo de las cosas en lugar de despreciarlo. Cada cosa tiene una cualidad de Ser, es una forma temporal originada dentro de la Vida Única informe fuente de todas las cosas, todos los cuerpos y todas las formas. En la mayoría de las culturas antiguas se creía que todas las cosas, hasta los objetos inanimados, alojaban un espíritu y, en este sen­tido, estaban más cerca de la verdad que nosotros. Cuando se vive en un mundo aletargado por la abstracción mental, no se percibe la vida del universo. La mayoría de las personas no viven en una realidad viva sino conceptualizada.
Pero no podemos honrar realmente las cosas si las utilizamos para fortalecer nuestro ser, es decir, si tratamos de encontrarnos a través de ellas. Eso es exactamente lo que hace el ego. La iden­tificación del ego con las cosas da lugar al apego y la obsesión, los cuales crean a su vez la sociedad de consumo y las estructuras económicas donde la única medida de progreso es tener siempre más. El deseo incontrolado de tener más, de crecer incesantemente, es una disfunción y una enfermedad. Es la misma disfunción que manifiestan las células cancerosas cuya única finalidad es multiplicarse sin darse cuenta de que están provocando su propia destrucción al destruir al organismo del cual forman parte. Algu­nos economistas están tan apegados a la noción de crecimiento que no pueden soltar la palabra y entonces hablan de “crecimien­to negativo” para referirse a la recesión.
Muchas personas agotan buena parte de su vida en la preocu­pación obsesiva por las cosas. Es por eso que uno de los males de nuestros tiempos es la proliferación de los objetos. Cuando perdemos la capacidad de sentir esa vida que somos, lo más probable es que tratemos de llenar la vida con cosas. A manera de práctica espiritual, le sugiero investigar su relación con el mundo de las cosas observándose a si mismo y, en particular, observando las cosas designadas con la palabra “mi”. Debe mantenerse alerta y ver honestamente si su sentido de valía está ligado a sus posesio­nes. ¿Hay cosas que inducen una sensación sutil de importancia o superioridad? ¿Acaso la falta de esas cosas le hace sentir inferior a otras personas que poseen más que usted? ¿Menciona casualmente las cosas que posee o hace alarde de ellas para aparecer superior a los ojos de otra persona y, a través de ella, a sus pro­pios ojos? ¿Siente ira o resentimiento cuando alguien tiene más que usted o cuando pierde un bien preciado?
Por Eckhart Tolle.








Que es el Maya?



La palabra sánscrita Maya significa “medidor"; es el poder mágico existente en la
creación mediante el cual lo inmensurable e indivisible parece tener divisiones y
limitaciones. Maya quiere decir relatividad, contraste, dualidad, estados opuestos; es el
“Satanás” de los profetas del Antiguo Testamento y el “demonio” que Cristo describió
como “mentiroso”.
En el plan de Dios la única función de Maya o Satanás es el tratar de alejar al
hombre del Espíritu y de la Realidad, empujándole hacia la materia y la irrealidad. Esta
fuerza crea la ignorancia que ciega a los seres humanos, de modo que no captan las
consecuencias de sus actos, y les impulsa a cometer errores que acarrean sufrimiento.

El pecado es el error que procede de la ignorancia. La ignorancia es no ser
consciente de las realidades del alma y sustituir estas realidades por el sueño ilusorio.
Cada hombre debe levantar este velo de Maya para ver, tras él, al Creador: el ser
Inmutable, la Realidad eterna.
Las escrituras hindúes relatan una historia que describe alegóricamente a maya, la
naturaleza ilusoria de la existencia humana:

El sabio Narada, tras muchos años de meditación, fue bendecido con la visión de
Dios con forma humana como Vishnu, preservador del universo. Vishnu le dijo:
"Narada, pídeme el favor que desees". Narada le contestó: "Señor, ahora que veo con
claridad que eres la única realidad del universo, ayúdame a comprender a Maya, ese
poder de la ilusión que mantiene a la humanidad vagando en la ignorancia espiritual
durante incontables encarnaciones".

Vishnu le pidió a Narada que lo acompañara a un viaje por el desierto. Después de
haber recorrido cierta distancia, Vishnu dijo:
- Narada, estoy sediento. ¿Puedes conseguirme un poco de agua?
- Espera un momento señor, te traeré agua.
Narada partió.
A muy poca distancia había un poblado. Narada entró en él en busca de agua y
llamó a una puerta, le abrió una joven muy hermosa. Narada se olvidó de que su
Maestro estaba esperando el agua. Se olvidó de todo y empezó a hablar con la joven. De
la conversación surgió el amor. Pidió la mano de la joven a su padre, se casaron y
tuvieron tres hijos. Así pasaron doce años. Su suegro murió y Narada heredó la
propiedad. Vivía, eso creía él, una vida muy feliz con su esposa e hijos, sus campos y su
hacienda.

Una noche hubo una terrible tormenta y el río se desbordó. Su hogar y sus
pertenencias fueron destruidas por la inundación. Al ver que las aguas continuaban
subiendo decidieron buscar un lugar más elevado y seguro. Tenían que vadear un
impetuoso torrente y Narada tomó de una mano a su mujer y de la otra a dos de sus
hijos, mientras puso al tercer niño sobre los hombros. Tras unos cuantos pasos la
corriente se hizo tan fuerte que el niño que estaba sobre sus hombros cayó y fue
arrastrado por el agua. Un grito de desesperación brotó de Narada. Tratando de salvar al
niño se le soltaron los otros dos y por último su esposa, a la que sostenía con toda su
alma, también fue arrastrada por la corriente.

Narada, perdiendo el valor, dejó que las aguas lo arrastraran. Hundiéndose en la
violenta corriente perdió el conocimiento y fue arrojado sobre un lodazal.
Cuando despertó, al mirar a su alrededor empezó a llorar silenciosamente.
En ese momento se escuchó detrás de él una suave voz:
- Narada, ¿dónde está el agua? Te marchaste a buscarla hace ya media hora y ahora
te encuentro durmiendo en la arena.
- ¡Media hora! -exclamó Narada.
En su mente habían pasado doce años, y en realidad todas estas escenas ¡habían
sucedido en media hora!
Esto es maya.

Mientras el hombre se identifique con su cuerpo físico y no con su verdadero Ser,
seguirá padeciendo sufrimientos, ya que los deseos de su corazón quedarán siempre
insatisfechos. Para satisfacerlos tendrá que volver de nuevo a la vida en carne y hueso, y
bajo la influencia de Maya será de nuevo víctima del sufrimiento causado por todos los
problemas de la vida y de la muerte.
elinaliman@yahoo.es
http://buscandoesapazquetantoancias.blogspot.com

Comprender la Naturaleza de las Creencias



La Ley Universal, o Espíritu de Vida, es ilimitada. La fuerza está en tu interior. Por tanto, lo que eres es también ilimitado.

· La Ley Universal es imparcial e impasible. No puede discriminar. Estará encantada de darte todo aquello en lo que creas.

· No eres tu cuerpo ni tus emociones ni tu mente. Eres una parte del Espíritu Viviente, en aprendizaje. No importan tus circunstancias. La Ley Universal puede ser requerida en cualquier momento porque es tu yo real.

· Sea lo que sea lo que crees por ti mismo mediante la comprensión de los aspectos metafísicos y místicos de la Ley Universal, es tuyo, porque tú lo creaste, tú lo mereces.

· Los milagros no son regalos de Dios; son una parte de lo que eres, que es Dios.

En resumen, la Ley Universal está en equilibrio y armonía debido a su naturaleza. Por ello, cuando elabores tu "plan de acción" no podrás. Sea lo que sea lo que crees tendrá que ser para ti mismo. No puedes infligir la Ley Universal sobre otros diciendo: "Quiero que esto le suceda a mi amigo". Esto sería interferir, porque, al no conocer la naturaleza del heroico plan de vida de tu amigo, no estás capacitado para cambiarlo o alterar en modo alguno lo que él está pasando en esos momentos. Él tiene que experimentar la vida por sí mismo, porque también tiene el poder ilimitado en su interior, y una parte de su patrón de crecimiento es descubrir este hecho.

En la Ley Universal no hay energía dual, bueno y malo, santos y pecadores. Sólo hay energía, un poder que permea todas las cosas y todo es parte del poder. Diferenciar entre bueno y malo es sólo tu percepción, porque dentro de la energía real no hay juicio. Hay energía alta y energía no tan alta, y al final de esta vida, tendrás la oportunidad de revisar lo que hayas alcanzado, que dependerá de cuánto éxito hayas tenido en centrar tu vida en la disciplina de percibir el Espíritu Viviente y usarlo.

Pero tu revisión no será emocional. Estarás mirando la calidad (o velocidad, si prefieres) de la energía que creaste. Si has dañado a otros has impedido tu evolución decelerando la fuerza de la vida dentro de ti. Esa es tu energía kármica, y algún día tendrás que comprender que ese no era tu camino más elevado. Pero no puedes juzgar a los demás porque, como la energía que tu mente percibe no incorpora la naturaleza de sus metas heroicas, no tienes modo de saber que lo que van a atravesar no es exactamente lo que necesitan kármicamente para su crecimiento en el punto infinito de su evolución.

No hay víctimas ni accidentes. Cada persona es responsable de su propia evolución. Cada cual atrae hacia sí las circunstancias que experimenta en su vida.

Este tiempo de vida es tuyo. Puedes estar envuelto en relaciones y amar a otros, pero, básicamente, lo que haces de tu vida y cómo pasas por ella es tu propia evolución. Aprendemos a hacernos responsables de todas nuestras circunstancias y, dentro de la Ley Universal, no se espera que nos responsabilicemos de la evolución de otros. Puede sonar un poco rudo, pero en la Ley hay una claridad y justicia increíbles.

Es por eso que la adversidad es tan útil. Permite a la gente buscar algo más allá de la realidad del día a día, y esto les pone en contacto con sus verdaderos seres interiores. En la desesperación, empiezan a atraer su ilimitado poder; y se dan cuenta de que todo puede ser cambiado, que el sufrimiento es un producto del ser interior y que, observando sus seres internos, pueden transformarlos.

Se ha dicho que no hay enfermedades incurables, sino sólo gente incurable. Y esto es verdad para cualquier energía dentro de la Ley Universal. Tratar de arreglar tus circunstancias sólo física o mentalmente, no funcionará a largo plazo porque las inconsistencias profundamente enraizadas continuarán saliendo a la superficie en tu vida con otros disfraces. Superar algo de una vez por todas significa entrar en tu interior para descubrir la causa real de esa perturbación.

Este proceso o descubrimiento te proporcionará más energía, que podrás usar para crear las cosas que quieres en tu vida.

Stuart Wilde. Milagros
http://elinaliman.blogspot.com
elinaliman@yahoo.es

MENSAJE DE LA JERARQUIA ESPIRITUAL Y LA FEDERACION GALACTICA



Informe semanal de la Jerarquía Espiritual y
la Federación Galáctica por Sheldan Nidle
'Está naciendo un nuevo Sistema Solar'
'El Sol está pasando por un ciclo de manchas solares muy extraño'
'Este ciclo solar es la clave del cambio hacia un estado de plena conciencia'
'Comenzó con un periodo de hiperactividad, seguido por una
fase de inactividad anómala'
'Los astrónomos observan que el Sistema Solar ha
comenzado a funcionar en una frecuencia más alta'
'No se puede vivir en un mundo ascendido sin que tenga
lugar un cambio dentro de ustedes mismos'
'Todos los gobiernos saben que cuando se dé la señal divina,
llegaremos en un número inmenso'
'Vuestro futuro será un regreso colectivo a la
prosperidad mundial y a la plena conciencia'

Martes 9 de junio de 2.009
10 Oc, 18 Pax, 4 Eb
¡Selamat Jarin! Venimos con noticias de muchas cosas que suceden sobre vuestro mundo y en el Sistema Solar. Para empezar, podemos informar que ha tenido lugar un movimiento significativo en varios frentes. La lucha secreta de los aliados terrestres contra la camarilla oscura está progresando bien. Está fracasando la mayor parte de las estrategias de la cábala que se pusieron en juego desde el comienzo de este año, y muchos acuerdos de última hora no están produciendo los resultados necesarios para mantener la supervivencia de la cábala. De hecho, algunos gobiernos, que hasta ahora fueron partidarios leales de la cábala, están haciendo acuerdos con nuestros aliados terrestres.
Este cambio repentino de apoyo coloca a los cabalistas en posición inestable mientras impulsa la fuerza de nuestros aliados. Además, se ha entrometido otro área crítica de la estructura de apoyo de la camarilla y se volvió contra ellos; a saber, la enorme cantidad de oro, plata y otros recursos valiosos, ahora en manos de nuestros aliados terrestres y en la actualidad dispersos en alijos secretos de todo el planeta. Los cambios buscados a largo plazo son cada vez más inminentes.
Como se ve que muchas naciones nuevas se unen con entusiasmo a la causa de los aliados terrestres, los que mantienen su postura contraria están reconsiderando su posición ahora, y comienzan a ocurrir numerosos avances. Tengan en cuenta que éste es un trabajo en marcha y aunque se avanza en muchos frentes, otros persisten en rezagarse. Todo esto tiene lugar en el contexto de la lucha por el poder aún en marcha que estalló después de la salida de los Anunnaki a mediados de 1.990; sólo ahora está a punto de llenarse ese vacío de poder. Mientras los cabalistas oscuros heredaron el mundo posterior a los Anunnaki manteniendo una ventaja, esta ventaja considerable casi ha desaparecido ahora.
Sin embargo continúa la lucha hasta que esta posición de poder esté totalmente abdicada. Dicho esto, es muy destacable que el último bastión oscuro se está desmoronando rápidamente. Y nuestros aliados terrestres saben que, ahora más que nunca, es vital para mantener una vigilancia escrupulosa y no ceder a la presión incesante para asegurar las bases de poder estratégicas esenciales hasta que estos hayan ganado. Nuestros aliados terrestres han aprendido mucho en la última década plagada de luchas, enfrentados contra estos oscuras.
La transformació n de vuestro Sistema Solar desde un estado de conciencia limitado a otro estado plenamente consciente también se hace cada vez más notable. La clave de este cambio es, por supuesto, el Sol, que está pasando por un ciclo de manchas solares muy extraño. Comenzó con un periodo prolongado de hiperactividad, seguido bruscamente por una fase de inactividad anómala. Hay varias razones para ello, una de los cuales es que esta realidad, como todas las demás, se basa en un conjunto específico de los acuerdos a priori.
Estos acuerdos piden que se introduzca una nueva frecuencia primaria en este momento, por lo que los astrónomos están observando que los planetas y el Sol han comenzado a funcionar en una frecuencia básica más alta. Esto afecta a la envoltura electromagnética que encierra al Sol y a todo el sistema planetario. Este aumento de frecuencia se corresponde con el vuestro; a medida que cambian ustedes, también lo hace vuestra realidad. Estos cambios vibratorios han obligado a vuestros científicos a reevaluar cómo funciona el Sistema Solar. De hecho, las anomalías observables están aumentando exponencialmente. En resumen, está naciendo un nuevo Sistema Solar.
En este nuevo Sistema Solar, se tiene que tener en cuenta la hiperdimensionalida d de cada planeta. Las misiones planetarias de vuestras agencias espaciales han descubierto las entradas polares a los planetas de gas más grandes y también el agujero del polo norte de Marte. Nos damos cuenta de que vuestros científicos dicen cada vez más una cosa entre ellos mismos y otra muy distinta en público. Ellos están aprendiendo a discernir, por ejemplo, las ‘conversaciones’ diarias entre Júpiter y el Sol que desafía la noción de que estos cuerpos planetarios están inertes. Ellos están llegando a comprender el hecho de que el Sistema Solar es una entidad viva con muchas partes vivas.
Desde nuestro punto de vista, el Sistema Solar está empezando a parecerse a los sistemas solares plenamente conscientes desde los que venimos, y este cambio en marcha es lo que hace inevitable el resultado anhelado sobre vuestro mundo. No se puede vivir en el mundo que el Cielo está poniendo en marcha sin que tenga lugar un cambio similar dentro de ustedes mismos, y el ritmo acelerado de estos cambios requiere nuestra llegada más pronto que tarde.
En total, la cantidad de cambio en las últimas décadas es nada menos que notable. Por ejemplo, vuestro planeta está cambiando la naturaleza de su tambaleo autoimpuesto y de la precesión de los equinoccios. También está cambiando la composición de su atmósfera e incluso sus capas. Estas modificaciones están vinculadas al cambio de la frecuencia básica de la Tierra , que hasta hace poco se registró en 7,8 Hertzios. Actualmente, esta tasa es más de doce Hertzios.
Además, está cambiando el tipo de energía recibe vuestro planeta desde el Sol, lo que ocasiona un aumento en la fusión de sus casquetes de hielo y un salto en la temperatura media mundial. Un elemento central es el alto nivel de contaminación causada por el ser humano, lo que están impulsando la dinámica natural de vuestro mundo, ustedes están impulsando los cambios, así como participando en ellos. Aunque nuestra investigación verifica la relación simbiótica entre el tipo de sociedad industrializada y la naturaleza de vuestro medio ambiente, el cambio divino es la causa subyacente.
En efecto, el Plan Divino refleja los cambios que ustedes han forjado con la industrializació n desigual y los niveles resultantes de contaminación. Por citar un proverbio vuestro: "Como es arriba, así es abajo". Por lo tanto, ustedes se están moviendo por fuerzas inexorables hacia una conclusión predeterminada. A lo largo de este camino hay muchos puntos que actúan como una especie de guía de senda para lo que va a venir a continuación.
Observamos estos puntos de cerca y rara vez se pierde su aparición repentina en vuestra realidad. Cada uno de estos puntos históricos de referencia indica el hito siguiente. La segunda guerra mundial surgió a raíz de la gran depresión; la guerra de Vietnam alteró la escena mundial y condujo a la apertura de China, que creó indirectamente el actual desastre económico mundial, y así sucesivamente. Cada uno de los puntos importantes les desplaza a ustedes hacia la próxima serie de resultados específicos.
El impulso de vuestra realidad tiene un gran número de posibles conclusiones. Originalmente, los Anunnaki fueron vuestros amos cronometradores. Ellos establecieron un sistema que se diseñó para desafiar las reglas bajo las cuales ellos tomaron posesión de esta realidad hace unos trece milenios. Operando bajo el Plan Divino, el Cielo ya había señalado a la Federación Galáctica la intención de este incumplimiento y ordenó que se hicieran algunos trabajos preliminares en la era inmediatamente posterior a la segunda guerra mundial.
Esto dio lugar a la operación mundial de sobrevuelo de ovnis en cada capital importante durante el verano de 1.952. Con estas miradas hacia arriba el Cielo deseaba transmitir a los Anunnaki y a sus secuaces sobre el planeta que no se iba a permitir que tuvieran éxito sus planes de esclavización. Esta advertencia no fue escuchada por los secuaces, pero, sin embargo, se tuvo en cuenta por los Anunnaki cuando se reveló la Paz de Ankara a mediados de la década de 1.990. Esto dio lugar a la sorprendente deserción de los Anunnaki en aquel momento.
Desde mediados de la década de 1.990, los secuaces han estado en guerra por su cuenta y en gran parte unos contra otros. Esta guerra está a punto de acabar. Las facciones económicas y políticas sobre vuestro mundo se están alineando con una coalición especial a la que llamamos nuestros aliados terrestres. Además, la transformació n divina de vuestra realidad significa que es absolutamente necesario un primer contacto. Los diversos preparativos que hemos hecho tanto en nuestras naves como en la Tierra Interna son un signo de nuestro grado de compromiso con la gente de la Tierra.
Hemos mantenido un diálogo con cada gobierno importante sobre vuestro planeta. Todos ellos saben que cuando se dé la señal divina, llegaremos en un número inmenso. Antes de eso, esperamos que estén hechos los cambios preparados por los Maestros Ascendidos. ¡Vuestro futuro es un regreso a la prosperidad mundial y a la plena conciencia!
Hoy hemos continuado nuestra descripción global de lo que sucede sobre vuestro mundo y en todo el Sistema Solar. Este gran cambio es el medio por el cual el Plan Divino asegura vuestra transformació n de vuelta a la plena conciencia. En efecto, parecen muy inminentes nuestras celebraciones previstas desde hace tiempo que van a seguir a los aterrizajes colectivos.
¡Sepan, queridos, en vuestro corazón de corazones que el suministro incontable y la prosperidad interminable del Cielo es vuestra en efecto! ¡Que así sea! ¡Selamat Gajun! Selamat Ja! (En idioma sirio, ¡Sean Uno! y ¡Estén en Alegría!)

http://www.paoweb.com/sn060909.htm
http://groups.yahoo.com/group/DiscerningAngels/message/46358

Lo Que Creemos Realidad


No captamos la realidad que está ahí fuera de nosotros, tal y como está ahí fuera; somos nosotros quienes construimos lo que llamamos "la realidad" y quienes la limitamos encerrandola en nuestros pensamientos.

El mundo y sus posibilidades, siempre es más que nuestros pensamientos y más que las leyes que hemos establecido como límites de la naturaleza.

No solo nosotros "creamos" nuestro mundo, nuestro amado entorno, sino que tambien nosotros "somos creados" y nos convertimos en el reflejo de nuestro propio mundo.
No somos ni reaccionamos de acuerdo a lo que está ahí fuera, sino a lo que creemos que está ahí fuera.
Nosotros limitamos o ensanchamos los contornos de la realidad, y la realidad creída nos condiciona y termina haciéndonos a su imagen y semejanza.

Hay otras dimensiones y otras posibilidades que nosotros desconocemos, y que nos desconciertan cuando no coinciden con las leyes del mundo que nosotros hemos establecido.
¿Cuales son las leyes en un sueño (maya)?
Aquellas que soñemos.
El fuego quema, el fuego no quema.

La importancia de la imagen, y la fuerza transformadora que puede ejercer sobre nosotros, es la explicación de la importancia que dan muchos maestros al aprendizaje de la visualización.

Tú eres el resultado del mundo que tengas en el cerebro.
Mediante la imagen puedes ensanchar tu visión y entrar en contacto con fuerzas que ahora permanecen inútiles.
La visualización produce resultados rápidos, porque nos pone inmediatamente en contacto con los niveles más profundos de la mente donde reside la energía.

Realmente tú eres mucho más que lo que piensas de ti; es la imagen que tú te has forjado durante tanto tiempo quien te ha encerrado dentro de ese estrecho espacio. Cuando rompes la imagen del yo y la cambias por otra más abierta a tus posibilidades reales, te puedes permitir nuevos sentimientos, nuevos comportamientos.

Siempre es la imagen quien condiciona el subconsciente, nuestras experiencias conscientes y toda la existencia. Pero la mente es más que todo cuanto pueda limitar una imagen. El propósito de la visualización es hacerse con el control de la mente, volverse muy habilidoso en la creación de construcciones mentales, establecer contactos con las fuerzas de poder..., cuando la no dualidad ya no es algo que se cree, sino que se siente.
http://elinaliman.blogspot.com
elinaliman@yahoo.es

AMO O ESCLAVO, ¿QUE ERES?



La vida es una experiencia muy interesante. Todos participamos en un vasto juego que hemos acordado jugar antes de llegar aquí. El juego consiste en tratar de hilar nuestro camino entre dos mundos. Cada uno de ellos cuenta con un conjunto diferente de reglas. Por un lado, está este mundo físico, tridimensional en el que tenemos que encontrar comida, techo, abrigo, compañía y en el que debemos confrontar con otros participantes del juego, que también quieren comprenderlo y enfrentarlo. Por el otro lado, tenemos, digámoslo así, un mundo de cuatro dimensiones que nos muestra a esta realidad como un producto de nuestras mentes, una ilusión, un “mundo de sueños”, desde el punto de vista cuatridimensional.

¿Cuál es el beneficio de saber todo esto? Eso depende de si quieres ser un esclavo de la vida o su amo. Ser un esclavo de la vida es aceptar que todo lo que te rodea es la realidad última y actuar como si no tuvieras ningún control sobre ella. Es identificarse con las olas de energía que pasan a través tuyo de tiempo en tiempo, a las que llamamos emociones, es pensar que tú eres ellas, que son tuyas y dejar que éstas condicionen tu pensamiento, cuando en realidad la energía fue coloreada por tus pensamientos desde el comienzo. Es como un cachorro que persigue su propia cola.

Luego está el problema de la otra gente. Todo sería fantástico si los demás hicieran lo que tú quieres o esperas que ellos hagan. Pero los demás son seres bastante tercos. Con frecuencia más bien hacen lo que quieren, y no lo que nosotros queremos, aún cuando “sabemos” que la nuestra es la mejor manera. Así que cuando los demás no actúan de acuerdo con nuestras expectativas y deseos, nos trastornamos terriblemente. Ello nos produce un trauma emocional (energético) junto con sentimientos de impotencia y desesperanza. Pero -y considera esto cuidadosamente- cuando los demás no actúan de acuerdo con nuestros propios deseos y expectativas, quizás entonces algo está mal en relación a nuestros deseos y expectativas y no en su comportamiento.

Un esclavo de la vida también está terriblemente atado a las posesiones materiales, dinero, tierras, bienes. Su pérdida o carencia es también causa de traumas emocionales y de sentimientos de impotencia y desesperanza. Buscamos objetos que sean “tangibles” por nuestra necesidad de seguridad, pero esta es una seguridad muy frágil y efímera. Hay una parábola en la Biblia que refleja una verdad fundamental. Es la de un hombre que trabajó y trabajó durante años y años para llenar sus depósitos y graneros de riquezas, sólo para descubrir, el mismo día en que pensó que ya había obtenido la seguridad material buscada, que debía dejar esta vida esa misma noche. Sólo estamos de paso en esta vida.

El mundo material es sólo una herramienta para nuestra experiencia. Estamos atados al sufrimiento si tratamos de basar nuestra seguridad en átomos que giran siguiendo patrones que están unidos temporariamente y si pensamos que ese patrón es la única realidad.

El amo o el maestro de la vida sabe -y llegar a ser amo es un potencial aquí y ahora de todo ser humano- que la experiencia tridimensional es un reflejo del pensamiento y no más que eso. Como maestro de la vida te das cuenta de que eliges lo que experimentas, a través de tus creencias básicas respecto de la vida. Más aún, comprendes que para cambiar tu experiencia sólo tienes que cambiar tus creencias y entiendes la diferencia entre deseo y creencia. Sabes que tú y sólo tú eres el responsable de toda tu felicidad o infelicidad. También conoces una de las reglas más importantes: que la forma en que experimentas la vida depende de cómo eliges reaccionar frente a las cosas que te ocurren. Porque este es un poder inalienable que todos traemos al nacer.

Elegimos estar felices o tristes, disgustados o alegres, impacientes o comprensivos, intolerantes o tolerantes, inflexibles o fluidos. El esclavo elige también, pero deja que sus elecciones estén determinadas por la voluntad o los actos de los demás, poniendo así su poder en manos de otros, y luego intenta culpar a los demás por sus fracasos o su infelicidad. El maestro de la vida elige cómo quiere sentirse y reaccionar, en términos de qué es lo más efectivo para él, independientemente de lo que sucede. Uds. son, en todo momento, amos de su destino, en tanto su poder para elegir sus reacciones esté funcionando. La diferencia es que el esclavo se rehúsa a aceptar la responsabilidad por sus decisiones, y se mantiene como esclavo, mientras que el amo de la vida elige a sabiendas y es libre.

La gente habla del coraje que se necesita para elegir eficazmente y de la lucha que conlleva elegir una reacción y no otra. En realidad, el único coraje que se requiere es el de arriesgarse al displacer de algún otro, que deviene de nuestra decisión. La única lucha es contra tu propio miedo y tus dudas. Por supuesto, es más fácil flotar que nadar, es más fácil dejarse llevar por la corriente que dirigir el curso, pero flotar te lleva a chocar con rocas filosas y desagradables, mientras que nadar te pone a salvo. Para llevar más allá la analogía de nadar, consideremos cualquier experiencia particular de la vida como si fuera una corriente marina. La corriente de resaca es muy fuerte y te aleja de la costa más de cien yardas mar adentro.

Usemos esta corriente como ejemplo de una experiencia de vida sobre la que aparentemente no tienes control. Atrapado en esta corriente, un esclavo de la vida o bien entra en pánico o bien trata de luchar contra la corriente. En este caso pierde rápidamente su fuerza y se ahoga o pierde toda esperanza y flota mar adentro con la corriente, en cuyo caso se ahoga de todas maneras. El maestro de la vida, en cambio, fluye con la corriente hasta que siente que el poder de la misma se debilita y entonces, da la vuelta y nada hasta la costa. Tanto el esclavo como el amo pasan por la misma experiencia. La diferencia estriba en cómo reaccionan a ella. Tener dominio de la vida no es controlarla, es tener dominio de la relación con ella. Un maestro de surf no controla la ola. Tiene maestría en el arte de montarla.

POR SERGE KAHILI KING 1997