sábado, 19 de diciembre de 2009

Descubriendo a Dios

Cuando empecéis a encontrar a Dios en vuestra alma, pronto comenzaréis a descubrirlo en el alma de otros hombres y a su debido tiempo en todas las criaturas y creaciones del universo. Pero ¿qué oportunidad tiene el Padre de aparecer como un Dios de lealtades supremas e ideales divinos, en el alma de los hombres que dedican poco o nada de su tiempo, a la contemplación reflexiva de las verdades eternas? Aunque la mente no es el asiento de la naturaleza espiritual, es por cierto, la compuerta. Libro de Urantia. Pág. 1733

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