lunes, 6 de junio de 2011

El Maestro solo es el Comienzo....


Porque todavía no eres capaz de permitir que la vida sea tu maestro. Porque no sabes cómo escuchar, cómo aprender. Porque eres incapaz de aprender, por eso necesitas un maestro.La necesidad surge de tu insensibilidad, de tu falta de inteligencia. Si eres inteligente, entonces la vida es suficiente. Entonces en las piedras hay sermones y cada hoja de un árbol es un mensaje, y el río que va hacia el océano lleva consigo todas las escrituras. No necesitas acudir a los Vedas ni al Corán ni a la Biblia, no es necesario. La existencia entera está cantando la canción de lo divino en todo momento.Pero no eres capaz de escucharla, todavía no eres capaz de abrir­te a ella. De aquí la necesidad de un maestro. El maestro es sólo un comienzo. Él te enseñará cómo escuchar, te enseñará cómo estar abierto. Te dará amor para que puedas calentarte: te has vuelto de­masiado frío. Una vez que te has calentado un poco, no hay nece­sidad de un maestro, entonces toda la vida es el maestro. El maes­tro se vuelve simplemente un trampolín.Dices: Buda no tuvo un maestro.Eso es incorrecto, Buda tuvo muchos maestros. Su último maes­tro fue Halar Calma, un hombre muy raro.Dices: Jesús no tuvo un maestro.No sabes. Él fue discípulo de un gran maestro, Juan el Bautista, fue iniciado por él. Buda tuvo muchos, Jesús tuvo uno. Y yo tuve millones y he estado aprendiendo de todas las fuentes posibles: de hombres, de mujeres, de árboles, de montañas. No puedo mostrar­te un maestro en particular porque ha habido tantos. He estado ­aprendiendo y escuchando constantemente.
Osho.

jueves, 2 de junio de 2011

Elegir como vivir cada momento


Todos necesitamos elegir continuamente nuestro mejor pensamiento
y nuestras mejores acciones. Necesitamos elegir continuamente cómo 
vivimos cada momento del día. Nos tenemos que preguntar 
constantemente si lo que estamos haciendo en este momento es el 
mejor modo de usar nuestro tiempo y nuestros talentos.
 

Cada instante de nuestra vida

es en cierto sentido un momento de la verdad.
Según lo que escojas en cada momento
o bien creces como ser humano o disminuyes.
Lo que eres ahora, es la suma total de las 
elecciones que has hecho desde el día que naciste hasta este día.



Tu destino se determina según tus elecciones.

 

Las opciones que han determinado los pensamientos que has pensado 
habitualmente, la gente con que te has rodeado,

los libros que has leído y las acciones que has emprendido
te han configurado y definido en la vida.


Has creado la vida que tienes ante tus ojos.
Ninguna otra persona lo ha hecho. 

 

Si no aceptas ninguna responsabilidad por tu vida

y culpas a los demás,
estás entregando el poder a esa gente.
Al culpar a las cosas que te sucedieron en el pasado
o a las cosas que empequeñecen tu vida,
das poder a esos sucesos.
Porque cuando culpas del estado de tu vida a otras personas,
en realidad estás diciendo que ellas han modelado tu destino
y son la causa de tu situación presente.
 

Necesitas ser auténtico

y la autenticidad empieza por aceptar la responsabilidad.


Las circunstancias no definen a una persona pero sí la revelan.
Es tiempo de que empieces a actuar como un ser humano impecable
y te conviertas en uno.
El desempeño supremo en la carrera y en la vida consiste
en la promoción de la responsabilidad personal. 
Consiste en mantener los compromisos que has hecho contigo mismo.


 

Para vivir una vida honorable,
es esencial que honres tus promesas.


La grandeza de una persona depende sobre todo

de decir lo que haremos como personas
y después hacer lo que dijimos que haríamos. 
 

Piensa en estar presente para la gente de tu vida.

Es algo sumamente importante.
Preocúpate genuinamente por la gente.
Haz por ellos lo inesperado y entrégales algo de ti mismo.
Todos nosotros necesitamos dejar de preocuparnos tanto
por el éxito, la prosperidad y el respeto.


Necesitamos preocuparnos mucho más por ser buenos. 

 

Tu vida alcanzará la máxima elevación sólo cuando te quites el traje, 
la armadura, que casi todos usamos todo el día

y muestres alguna vulnerabilidad, apertura y afecto.
Los mejores lideres dejan ver sus debilidades,
son verdaderos y la gente los ama por eso.
 

Serás mucho más feliz si aprendes a estar auténticamente

con las personas de tu vida y construyes relaciones extraordinarias con ellas.
Si les muestras que los valoras, te van a valorar a ti. 
Muéstrales amor y buena disposición y te retribuirán con lo mismo. 
Pregúntales por sus esperanzas, sueños y deseos

y harán lo mismo contigo.
Las grandes vidas se construyen sobre grandes relaciones.
 

Los otros pueden sentir si te importan,

pueden saber si consideras sus intereses con el corazón.
Por más hábil que seas no puedes fingir afecto.
Puedes hablar lo que quieras, pero a menos que estés 
genuinamente dedicado a ayudarlos  y a mejorarles su vida,

no harán tratos contigo, pues sentirán que no eres genuino.
La gente necesita confiar en que la quieres ayudar.
 

La clave es la confianza.

Sin ella, tus relaciones son sólo la cáscara de lo que podrían ser.
Y mantienes una cuenta corriente de confianza con cada persona de tu vida.
Cada vez que interactúas con alguien
estás haciendo depósitos en esa cuenta o efectuando retiros. 
Cada vez que cumples con un compromiso que has contraído, cada vez 
que encuentras un momento para decir «gracias», cada vez que 
demuestras verdadero interés en alguien y cada vez que ayudas de 
verdad a alguien estás haciendo un depósito.
Y cada vez que antepones tus intereses por encima de todo

estás haciendo un retiro.
Los depósitos diarios profundizan la relación
y los retiros diarios la disminuyen.
Y lo interesante es que cuando has invertido mucho
en esta cuenta de confianza,
puedes efectuar algunos retiros sin muchos problemas.
 

Cuando conozcas a alguien, concédeme un segundo

y recuerda honrar la bondad que hay en esa persona.
Concéntrate en valorar la magnífica criatura que es.
Esto afectará profundamente la manera como te responde. 

Robin Sharma

Existencia Cotidiana


La religión de ustedes, su creencia en Dios, es un modo de escapar de la realidad;
por lo tanto, no es religión en absoluto.

El hombre rico que acumula dinero a base de crueldad, de falsedad, de astuta explotación, cree en Dios; y ustedes también creen en Dios,
también son astutos, envidiosos, crueles, suspicaces.
¿Es posible encontrar a Dios por medio de la falsedad, del engaño,
de los arteros trucos de la mente?
El hecho de que uno coleccione todos los libros sagrados y los diversos símbolos de Dios, ¿indica que es una persona religiosa?

De modo que la religión no es un escape respecto de los hechos;
religión es comprender el hecho de lo que somos en nuestra existencia cotidiana:
la manera como hablamos, la clase de conversaciones que sostenemos,
el modo como nos dirigimos a nuestros sirvientes,
como tratamos a nuestra esposa, a nuestros hijos y vecinos.

 En tanto no comprendamos la relación con nuestro prójimo,
con la sociedad, con nuestra esposa y nuestros hijos,
tiene que haber confusión;
y la mente confundida, haga lo que hiciere, sólo creará más confusión,
más problemas y conflictos.

Una mente que escapa de lo factual, de los hechos de la relación,
jamás encontrará a Dios;
una mente agitada por la creencia no conocerá la verdad.
Pero la mente que comprende su relación con la propiedad, con la gente, con las ideas,
que ya no lucha más con los problemas que genera la relación,
una mente para la que la solución no es el retiro,
sino la comprensión del amor,
sólo una mente así
puede comprender la realidad.

Krishnamurti