Tras numerosas decepciones y cansada de consultar con maestros que parecían poco fiables, se entregó a un ejercicio distinto. Convocó a su parte más sabia e interior para que durante un sueño le resolviera la pregunta que la atormentaba.
En ese otro mundo paralelo se vio muy distinta, conocedora de las respuestas. Se dijo a sí misma: “Sólo la experiencia te dará las soluciones que buscas, no las vas a encontrar en ningún libro. ¡Empieza ya a equivocarte! ¡Actúa!”
Marta habla y habla sin parar en la consulta de su callado terapeuta, pero se queda muda cuando éste le pregunta:
-¿Cuál es el último sueño que recuerdas?
En la respuesta no dada estaban todas las preguntas no formuladas.
Fuente:
planocreativo.wordpress.com
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